Anillo del Maestrazgo
Castellón - Teruel
Cicloturismo de carretera por el anillo del Maestrazgo: las tierras altas
- Recorrido: Entrada y salida desde Rubielos de Mora (Teruel) o Montanejos (Castellón).
- Provincias: Teruel y Castellón.
- Kilómetros: 244 km aprox.
- Jornadas recomendadas: 3 días (82 km / día aprox.)
- Dificultad: Media.
Qué información sobre esta ruta puedes descargarte en esta página
- La guía PDF para cicloturistas de carretera (contiene mapas).
- El listado de alojamientos.
- El listado puntos de emisión y sellado del salvoconducto.
- El listado de oficinas de turismo.
- El folleto turístico (que puedes solicitar en cualquiera de las oficinas de turismo de la ruta).
- Los tracks de la ruta en formato gpx, kmz y trk. Tienes todos los tracks del Camino del Cid en Mapas de España, la aplicación de rutas del Centro Nacional de Información Geográfica, dependiente del Ministerio de Fomento: cuenta con mapas estupendos, tiene múltiples utilidades de orientación, y es gratuita. Sólo disponible para android. Descárgala aquí.
Recuerda que en las Oficinas de Turismo del Camino del Cid podrás obtener de forma gratuita más información sobre cada ruta: incluyendo los folletos y el salvoconducto.
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La app es gratuita, se actualiza diariamente y no requiere registro. También funciona en entornos sin cobertura; por eso, durante la instalación y cuando la enciendas por primera vez, dependiendo de tu conexión podrías tardar unos minutos en tenerla activa. ¡Ten paciencia porque vale la pena!
Argumento: tras las huellas del Cid
El Maestrazgo es una sierra montañosa que, por lo abrupto de su geografía y su clima riguroso, nunca estuvo muy poblada en época del Cid. Sin embargo, su situación geográfica, entre los reinos islámicos de Lérida y de Zaragoza y el condado de Barcelona, propició que algunos pasos fueran estratégicamente decisivos y se erigieran fortines y castillos en enclaves de importancia.
El Cid histórico está muy vinculado al Maestrazgo, ya que sabemos que estuvo en la zona de Morella en varias ocasiones, en defensa de los intereses de la taifa de Zaragoza y con posterioridad del suyo propio, pero no sabemos con seguridad cuáles fueron sus itinerarios ni en que localidades estuvo, aunque presumiblemente pudo estar en Culla, que era una importante punta de lanza del incipiente reino de Aragón, un puesto militar en mitad de la nada; y también -da cuenta de ello el historiador Escolano (siglos XVI-XVII) sin aportar documentación- en Montanejos y Puebla de Arenoso, siguiendo el curso del río Mijares, a cuyos castillos sometió al pago de tributos.
En todo caso, el epicentro literario de este anillo está en Onda, cuyo castillo conquistó el Cid, según el Cantar mas no históricamente, después de ganar al conde de Barcelona y al rey de Lérida en una gran batalla, en Tévar, a unos 130 kilómetros al norte, dirección que tomaremos si queremos enlazar con el anillo de Morella.
El viaje: qué vas a encontrar
El Maestrazgo es uno de los territorios de mayor intensidad natural y cicloturista del Camino del Cid. Se trata de un amplio territorio, muy montañoso, que abarca las provincias de Teruel y de Castellón. Hasta el siglo XII permaneció en manos de señores musulmanes. Fueron los reyes aragoneses quienes lo conquistaron, para lo cual se ayudaron de caballeros templarios, que recibieron estos territorios como recompensa, quedando bajo la jurisdicción del Gran Maestre de la orden militar del Temple, de ahí su nombre: Maestrazgo. La organización templaria facilitaba, además, el control de una zona muy extensa y abrupta y su explotación económica gracias a la ganadería, ya que el terreno no era propicio para la agricultura. Tras la desaparición del Temple en 1308, sus propiedades pasaron a manos de las órdenes militares del Hospital y Montesa.
Para el cicloturista es una ruta mítica, llena de sorpresas y muy intensa, pues tendrá que salvar desniveles exigentes por carreteras serpentantes siempre enmarcadas en paisajes de sierra alta y valles estrechos como el del río Mijares, con espectaculares pasos y cortados. Abundan los sabinares alternados con zonas abiertas de pasto, extensos bosques de pino silvestre y negro, parameras de montaña y barrancos donde es frecuente encontrar cabras montesas y rapaces. El anillo traspasa en 145 km nada menos que cinco espacios naturales protegidos.
Los pueblos son otro los grandes atractivos de este recorrido: Rubielos de Mora, Linares de Mora, Mosqueruela, La Iglesuela del Cid, Culla y Onda están declarados conjunto histórico y/o artístico, pero podrían ser más. Se trata de pueblos llenos de historias, por lo general armoniosos y muy cuidados, donde el tiempo discurre con calma y con expresiones etnográficas de máximo interés, como la técnica constructiva de la "piedra en seco", con interesantes ejemplos en La Iglesuela del Cid y Villafranca del Cid.
Las etapas cicloturistas
Para un cicloturista medio se trata de una ruta exigente por los perfiles y kilometraje de las etapas, a los que hay que añadir el tráfico, no muy intenso pero sí presente en todo momento: es muy importante, en este sentido, importante consultar la topoguía. Aún así, es una ruta frecuentada por cicloturistas de carretera por su intensidad, su belleza y las múltiples sorpresas que depara, como la posibilidad en Montanejos de bañarse libremente en aguas termales. La primera etapa, de 66 km, comienza comienza en Rubielos de Mora y finaliza en La Iglesuela del Cid tras salvar dos fuertes ascensos que te obligarán a agarrarte al manillar: se trata de carreteras serpenteantes donde destaca, por su soledad -de una inexplicable belleza- el tramo de 25 km entre Mosqueruela y La Iglesuela del Cid.
La segunda etapa, desde La Iglesuela a Onda, es la más larga de todo el Camino del Cid: 110 km en descenso continuado, con pequeños repechos, que nos permitirán, si salimos pronto disfrutar de una etapa intensa de ciclismo y de pueblos increíbles, como Villafranca del Cid o Culla, que en el siglo XI fue la punta de lanza aragonesa en pleno territorio musulmán. Es importante recorrer esta etapa en sentido Onda, partiendo de La Iglesuela, pues el perfil en descenso juega notablemente a favor del ciclista. Onda es la recompensa final a esta potente jornada. Aquí nació Zayyan ibn Mardanish, héroe romántico, el último rey musulmán de Valencia. Su castillo islámico y los numerosos hallazgos arqueológicos de época árabe, así como la iglesia de la Sangre -ejemplo significativo de la llamada "arquitectura de reconquista"- hacen de Onda un lugar clave para interpretar algunos episodios de nuestra historia medieval.
La tercera etapa nos devuelve a nuestro punto de partida recorriendo el fascinante curso alto del Mijares: un callejón en la montaña abierto por el río Mijares donde surgen, apostadas, localidades con mucho encanto y cierto sabor mudéjar en el trazado de sus calles, sus torres y fachadas encaladas. Es en esta etapa donde se encuentra una de nuestras carreteras singulares, la CV 20 entre Puebla de Arenoso y Montanejos.
Carreteras singulares
Las Carreteras Singulares son una catalogación propia del Consorcio Camino del Cid con la que se pretende destacar determinadas carreteras por el valor natural, patrimonial o histórico del paisaje que atraviesan, o bien por el atractivo intrínseco de su morfología. Actualmente hay siete tramos de carretera que han obtenido esta distinción. Uno de ellos se encuentra en la CV 20 entre Puebla de Arenoso y Montanejos (10 km). Se trata de una de las carreteras más conocidas y visitadas del Camino del Cid y la primera carretera panorámica catalogada por la Comunidad Valenciana. La carretera, en pleno espacio natural de los Estrechos del Río Mijares, acompaña en su descenso al río Mijares, que se ensancha en el embalse del Arenós y vuelve a estrecharse cerca de Montanejos, en un atractivo paraje propicio a la escalada libre y al baño al aire libre en aguas termales. Aunque es una ruta frecuentada por cicloturistas es importante extremar la precaución en época estival, ya que aumenta considerablemente el tráfico.
La buena mesa del Cid
La gastronomía en estos territorios está influenciada por la orografía. En el interior, montañoso, la comida es recia y sorprendentemente variada. De raíz tradicional ha incorporado nuevos ingredientes, como la magnífica trufa, y reinventado otros, como los aceites procedentes de olivos antiguos (dicen que algunos pudieron ver pasar al Cid). Entre las carnes destaca el cerdo, del que nace el afamado jamón de Teruel; el resto acaba en embutidos o en guisos populares como la olla. El caldo del cocido y el jamón, además de la corteza de pan y el huevo, son ingredientes imprescindibles en las pelotas de carnaval, populares en todo el Maestrazgo.
Señalización y estado del Camino
- Las carreteras están señalizadas en cruces y puntos estratégicos en las provincias de Teruel y de Castellón.
- El ciclista que se adentre en estos anillos se encontrará con fuertes desniveles -tanto de subida como de bajada-, carreteras zigzagueantes de firmes desiguales y algunos tramos sin arcén donde hay que extremar las precauciones. Para hacer esta ruta tienes que estar en buena forma física y tener experiencia como cicloturista (nivel medio). El esfuerzo en todo caso se verá recompensado con la belleza de los paisajes y la singularidad e interés de las localidades. Como curiosidad, este Anillo contiene la etapa cicloturista más larga de todo el Camino del Cid: 109 km entre La Iglesuela del Cid y Onda
- La intensidad del tráfico es muy variada: hay tramos donde es prácticamente inexistente frente a otros donde puede llegar a ser muy fecuente, especialmente en determinadas espocas del año, estivales y fines de semana, al tratarse de una zona turística. Consulta la topoguía.
- Si vas a viajar, te recomendamos nuestro visor cartográfico: la casilla Alertas en Ruta te muestra las incidencias más importantes que puedes encontrar en el camino: vegetación alta, pasos interrumpidos, obras en carreteras, señales caídas o desaparecidas y cualquier otro obstáculo del que necesitas ser advertido.
Consejos y recomendaciones
- Víveres y repuestos. Lleva siempre contigo algo de comida en tus alforjas (bocadillo, frutos secos, barritas energéticas...) que puedan ayudarte a salir de un apuro. No olvides tampoco llevar agua. En la mayoría de los pueblos hay fuentes: no olvides rellenar tu depósito antes de abandonarlos. Y lo mismo con los repuestos de bicis: no olvides llevar un kit de reparación en ruta: cuanto más completo sea más tranquilo viajarás. Si llevas móvil, no olvides salir con la batería a tope.
- Reserva con antelación tu alojamiento. Reserva tu alojamiento en el fin de etapa con antelación, y si cambias de final comprueba que hay alojamiento o punto de acogida en ese punto.
- No olvides el casco: legalmente es obligatorio para los adultos en todos los tramos de carretera fuera de la ciudad y para los menores de 16 años es obligatorio en todo momento.
- Consigue tu Salvoconducto. El salvoconducto es un "pasaporte" personalizado que puedes sellar en muchas localidades del Camino del Cid. Con él puedes obtener descuentos mínimos de un 10 % en más de 200 alojamientos y beneficiarte de ofertas promocionales. Es gratuito y se solicita en cualquiera de las más de 70 oficinas de turismo de la ruta o en el Consorcio Camino del Cid.
- Tu guía literaria. Parece un peso innecesario, pero para muchos es una guía imprescindible: no olvides llevar un Cantar de mío Cid; podrás recrear in situ algunos de sus pasajes. ¡Si tu castellano antiguo flojea es preferible una edición modernizada!
Rev. ALC: 29.01.18